La declaración íntegra de la esposa del Presidente del Gobierno en el juzgado el pasado mes de diciembre ha sido un momento clave en el caso en el que se le acusaba de tráfico de influencias. Begoña Gómez se presentó ante el juez Juan Carlos Peinado para negar contundentemente haber beneficiado al patrón Juan Carlos Barrabés o haber recibido algún tipo de trato de favor por vivir en la Moncloa. En sus propias palabras, «en ningún caso» ha incurrido en ninguna de esas acusaciones.
El pasado 18 de diciembre, Begoña Gómez compareció ante el juez Peinado y su declaración ha salido a la luz recientemente. En ella, Gómez afirma que nunca hizo ninguna gestión a favor de las empresas de Barrabés y que ni siquiera tuvo conocimiento del resultado del proceso de adjudicación hasta que fue imputada en la causa. Además, en su declaración, Gómez se acogió a su jurisprudencia de replicar únicamente a su abogado.
Cuando se le preguntó si había hecho alguna gestión para que alguna empresa ganara en relación a las otras, Begoña Gómez respondió de forma tajante: «Jamás». Y cuando se le cuestionó si había tenido conocimiento del resultado de esas licitaciones, su respuesta fue aún más clara: «Nunca». Según su declaración, no fue hasta el momento en el que se presentó ante el juez que tuvo conocimiento de los resultados.
Otro de los puntos clave en la declaración de Begoña Gómez fue su explicación sobre la plataforma tecnológica de la que se le acusaba de apropiarse. Según Gómez, esta plataforma nunca llegó a ponerse en marcha y estaba diseñada para ser gratuita, sin posibilidad de lucro. Su objetivo era matricular el nombre del proyecto mientras se desarrollaba, para evitar que nadie se lo apropiara antes de su finalización.
La esposa del Presidente del Gobierno también negó cualquier tipo de trato de favor en su relación con la Universidad Complutense, con la que colaboraba desde 2012. Rechazó las acusaciones de haberse apropiado ilegalmente de un software elaborado para su cátedra, afirmando de forma rotunda: «Jamás». En su declaración, Begoña Gómez también explicó que su trabajo en la universidad era completamente voluntario y que no recibía ninguna remuneración por ello.
Otra de las acusaciones que se le imputan a Begoña Gómez es su contratación en el África Center del Instituto de Empresa (IE), motivo por el que el juez mantiene imputado a Juan José Güemes, exconsejero de los gobiernos de Esperanza Aguirre y directivo de este centro privado. Sin embargo, Gómez negó haber sido beneficiada laboralmente por su matrimonio con Pedro Sánchez. Según su declaración, ella entró en el África Center en 2018, pero las primeras ofertas laborales llegaron un año antes, cuando su marido aún no era Presidente del Gobierno.
Durante su comparecencia, Begoña Gómez también aclaró que su trabajo en el África Center era completamente independiente de su matrimonio con Pedro Sánchez. No recibió ningún trato de favor por parte de Juan José Güemes, quien la contrató directamente.
La Audiencia de Madrid ha anulado recientemente una de las diligencias más relevantes del caso en torno al posible tráfico de influencias: el registro en la casa y las empresas de Juan Carlos Barrabés. Los jueces del tribunal supervisor declararon que el juez Peinado no justificó de ninguna manera la urgencia y la necesidad de enviar a la policía judicial a estos inmuebles, teniendo en cuenta que el patrón estaba ingresado en un hospital en ese momento. La Audiencia hizo hincapié en que «no se puede obtener la verdad real