El exministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha sido objeto de medidas cautelares por parte del Tribunal Supremo después de una declaración de media hora en la que se ha ratificado en su comparecencia de diciembre y ha negado rotundamente haber cobrado comisiones o amañado contratos para la intriga conocida como ‘caso Koldo’. Sin embargo, el juez ha señalado que en este momento las afirmaciones de Ábalos no están mínimamente contrastadas.
El magistrado del Tribunal Supremo ha tomado la decisión de prohibir al exministro salir del país, retirarle el pasaporte y fijar la obligación de comparecer cada 15 días mientras tanto se le investiga por la presunta adjudicación de contratos públicos a cambio de comisiones al empresario Víctor de Aldama y sus socios.
Esta medida ha sido solicitada por la Fiscalía Anticorrupción y las acusaciones populares después de que Ábalos compareciera este jueves para dar explicaciones sobre su supuesta implicación en la intriga de corrupción que presuntamente operaba en el Ministerio de Transportes durante su mandato. Durante su interrogatorio, el exministro ha negado todas las acusaciones en su contra y ha manifestado su confianza en la investigación del Supremo.
El juez ha argumentado que estas medidas son precisas y proporcionadas para asegurar que el investigado comparezca en la causa cuando sea llamado. Además, ha destacado que existen varios indicios en su contra, como el disfrute de un chalet en Cádiz a cambio de su intercesión en contratos, el pago del alquiler de un apartamento de lujo para su pareja y un contrato de alquiler con opción a compra de un piso en Madrid por un precio aparentemente muy inferior al de mercado.
Durante su declaración, Ábalos ha negado haber estado en los inmuebles mencionados por Aldama y ha asegurado que no posee bienes en el extranjero ni a su nombre ni a través de testaferros. También ha explicado que el terreno que figura a su nombre en Perú es un hecho suplemento y que todavía no está formalmente inscrito debido a problemas administrativos.
El juez también ha preguntado al exministro sobre su supuesta reunión con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, en enero de 2020. Según la investigación, Ábalos habría preparado una agenda de cuatro días para ella, incluyendo una reunión en su despacho. Sin embargo, el exministro ha negado tener previsto reunirse con ella y ha afirmado que desconocía que existían sanciones de la UE que le impedían entrar en el país.
Durante su interrogatorio, Ábalos ha manifestado su agradecimiento por la investigación abierta en el Supremo, pero ha mostrado su preocupación por la filtración de documentación privada. El juez le ha recordado que él también concede entrevistas y que es importante mantener la confidencialidad de la investigación.
Esta es la segunda vez que Ábalos comparece ante el juez del Supremo Leopoldo Puente, después de hacerlo de forma voluntaria en diciembre. En aquella ocasión, también negó su implicación en la intriga y desmintió haber recibido comisiones o prebendas.
El notorio como ‘caso Koldo’ se inició en la Audiencia Nacional para investigar si Koldo García, asesor y mano derecha de Ábalos en Transportes, lideró una intriga para que contratos de compraventa de mascarillas y material sanitario durante la pandemia fueran adjudicados a empresarios afines, como Aldama. A cambio, habrían recibido comisiones o dádivas. El caso se desarrolla en paralelo entre la Audiencia Nacional y el Supremo, donde constan como investigados Á