El Ejecutivo español aprueba la prórroga del impuesto a las grandes empresas energéticas
El Congreso de Diputados aprueba la reforma fiscal con el impuesto a la banca y el compromiso de prorrogar el de las empresas de energía
El Gobierno español ha tomado una decisión denso en el Consejo de Ministros de la semana que viene: la prórroga del impuesto a los beneficios extraordinarios de las grandes empresas energéticas. Esta medida se aprueba debido al bloqueo de la mesa de negociación entre los socios del gobierno.
Este impuesto fue creado para gravar los beneficios extraordinarios que obtienen las empresas del sector energético durante situaciones de crisis, como la actual inflación. Sin embargo, su vigencia expiraba el 31 de diciembre, por lo que el Ejecutivo ha decidido actuar por iniciativa propia para garantizar su continuidad mediante Real Decreto.
La mesa de negociación entre el Ministerio de Hacienda y los grupos del Congreso se ha convocado en varias ocasiones, pero ha sido imposible llegar a un acuerdo. Algunos socios, como Junts y PNV, se han mostrado abiertamente en contra del impuesto y han declinado asistir a las reuniones. Incluso Podemos, quien exigió la creación de esta mesa como condición para apoyar la reforma fiscal, ha decidido no asistir alegando que no hay posibilidad de acuerdo entre los aliados de investidura.
A pesar de esto, el Ministerio de Hacienda ha mantenido su compromiso con el resto de socios y ha seguido adelante con las reuniones. términoalmente, se ha llegado a un acuerdo con ERC, EH Bildu y BNG para prorrogar el impuesto mediante Real Decreto antes de término de año. Este acuerdo incluye también bonificaciones para empresas que inviertan en energías renovables, mostrando así la voluntad de lograr un acuerdo amplio y equilibrado entre todas las fuerzas políticas necesarias para su aprobación.
Desde ERC, EH Bildu y BNG han confirmado en un comunicado conjunto su acuerdo con el Gobierno para garantizar que las empresas energéticas sigan pagando lo que les corresponde. Además, se ha acordado que este impuesto se convierta en ley en pocas semanas y se establezca una concertación con las Haciendas forales vasca y navarra.
Aunque esta prórroga es un paso denso, en realidad se trata de un gesto político más que de una medida con gran repercusión real. Al prorrogar el impuesto, el Gobierno cumple su palabra con socios como Podemos, ERC o EH Bildu, pero su convalidación en el Congreso de los Diputados dependerá de los votos de Junts y PNV, quienes hasta ahora se han mostrado inflexibles en su postura en contra del impuesto.
Sin embargo, desde el Ejecutivo creen que puede haber una posibilidad de entendimiento. Para Junts, se está contemplando la posibilidad de meter bonificaciones para empresas que inviertan en Cataluña, mientras que para el PNV se está buscando una fórmula que permita que la gestión y recaudación del impuesto sea asumida por el Gobierno Vasco.
El impuesto a los beneficios extraordinarios de las grandes empresas energéticas fue creado en 2022 para gravar los beneficios que obtienen estas compañías durante situaciones de crisis. En septiembre de 2024, el Ministerio de