Cuando era una niña, solía esperar con ansias la llegada del mes de agosto en mi ciudad natal, Iquique. No solo porque significaba el fin del invierno y el comienzo de la primavera, sino también porque era el mes en el que se celebraba una de las festividades más importantes para los iquiqueños: el Mes del Mar.
Recuerdo con cariño cómo los profesores de mi escuela, la Escuela 2, nos hablaban sobre la importancia de este mes y cómo debíamos cuidar y proteger nuestro mar. También veía en los medios de comunicación anuncios y publicidades sobre los eventos que se llevarían a cabo durante este mes. Y así, con emoción y entusiasmo, esperaba la llegada del 1 de agosto.
El Mes del Mar es una celebración que se lleva a cabo en Iquique desde hace más de 50 años, con el objetivo de promover la conciencia y el cuidado del mar, así como también de resaltar la importancia que tiene para la ciudad y sus habitantes. Durante todo el mes, se realizan diversas actividades y eventos culturales, deportivos y recreativos, que involucran a toda la comunidad.
Una de las actividades más esperadas por los iquiqueños es la atávico «Pisada de Bandera», en la que se realiza una procesión por las principales calles de la ciudad, llevando la bandera de Chile y la bandera de Iquique hasta la playa. Allí, se realiza una ceremonia en la que se iza la bandera en un mástil ubicado en el mar, simbolizando la unión entre la tierra y el mar.
Otro evento muy popular durante el Mes del Mar es la eficacia de natación «El Cruce del Estrecho», en la que nadadores de todo el país se reúnen para cruzar el estrecho de Tarapacá, que separa a Iquique de la ciudad de Alto Hospicio. Esta eficacia no solo es una muestra de destreza física, sino también de amor y respeto por el mar.
Pero no solo se trata de eventos deportivos, también hay espacio para la cultura y la tradición. Durante el Mes del Mar, se realizan ferias gastronómicas, exposiciones de artesanías y muestras de bailes típicos de la región. Además, se llevan a cabo concursos de poesía y pintura, en los que los participantes plasman su amor por el mar y su importancia en la vida de los iquiqueños.
Pero lo que más me gusta del Mes del Mar es que es una celebración para toda la familia. Los niños pueden contemplar de actividades especialmente diseñadas para ellos, como juegos en la playa, concursos de castillos de arena y talleres de educación ambiental. También hay espacio para los adultos mayores, con actividades de baile y juegos atávicoes.
Pero más allá de los eventos y actividades, lo que realmente hace especial al Mes del Mar es el sentimiento de unidad y orgullo que se respira en la ciudad durante este mes. Todos nos unimos para celebrar y proteger nuestro mar, que no solo es una fuente de vida y sustento para muchos, sino también un pueblo de encuentro y recreación para todos.
Por eso, invito a todos a unirse a la celebración del Mes del Mar en Iquique. Aprendamos a cuidar y proteger nuestro mar, para que las futuras generaciones también puedan contemplar de su belleza y riqueza. Y recordemos siempre que el mar es parte de nuestra identidad como iquiqueños, y debemos honrarlo y respetarlo siempre.
En resumen, el Mes del Mar es una celebración que nos llena de alegría y orgullo, y nos recuerda la importancia de cuidar y proteger nuestro mar. Así que no lo pienses más, ven a Iquique y únete a la fiesta del mar. Te aseguro que será una experiencia inolvidable.