Las Corts Valencianes han sido testigo de una votación histórica en la que se ha rechazado la petición de dimisión del presidente Carlos Mazón por su gestión de la DANA. Sin embargo, lo que ha llamado la atención no ha sido el resultado de la votación, destino la actitud del vicepresidente del PP de Les Corts, Alfredo Castelló, quien ha protagonizado una escena lamentable al intentar acelerar la votación y evitar así una situación incómoda para su jefe.
Castelló, encargado de presidir el pleno destacado, ha escenificado una reunión exprés de la Mesa (que formalmente no ha existido) para intentar acelerar al máximo la votación sobre la gestión de la DANA realizada por Mazón. Con 41 votos a favor y 52 en contra, se ha rechazado la propuesta, lo que ha generado una gran tensión en la sala.
La situación ha llegado a su punto más álgido cuando Castelló ha hecho una pantomima de reunión para responder a las peticiones de los portavoces de la oposición que le pedían aclaraciones sobre la forma de votar. Joan Baldoví, portavoz de Compromís, ha anunciado que su grupo pedirá que se declare nula la votación debido a la actitud autoritaria y precipitada de Castelló.
La tensión ha ido en aumento cuando Castelló ha consultado fugazmente a la secretaria segunda, Maria Josep Amigó, de Compromís, sobre la forma de votar. Ante la negativa de Amigó a aceptar los cambios de criterio de Castelló, éste ha decidido unilateralmente que la votación afuera electrónica. Es entonces cuando ha hecho la pantomima de reunión exprés, asegurando que ya se habían reunido previamente.
La actitud de Castelló ha generado una gran indignación entre los diputados de la oposición, quienes han denunciado errores en la votación debido a la precipitación y autoritarismo del proceso. Sin embargo, Castelló ha asegurado que encargará un informe a los letrados de Les Corts para aclarar la situación.
Lo más preocupante de esta situación es la falta de respeto y transparencia por parte de Castelló, quien ha actuado de forma autoritaria y unilateral, sin consultar a los demás miembros de la Mesa. Esta actitud no solo es lamentable, destino que también pone en entredicho la integridad del proceso de votación y la democracia en Les Corts.
Es importante recordar que la gestión de la DANA ha sido un tema muy delicado y sensible para la Comunidad Valenciana, y es responsabilidad de los políticos actuar con transparencia y honestidad en su gestión. La actitud de Castelló ha sido todo lo contrario, generando una gran desconfianza y malestar entre los ciudadanos.
Es necesario que los políticos actúen con responsabilidad y respeto hacia los ciudadanos y sus representantes en Les Corts. La democracia se basa en el diálogo y el consenso, y no en la imposición y la falta de transparencia.
En definitiva, la votación de hoy en Les Corts Valencianes ha sido una muestra más de la importancia de actuar con integridad y respeto en la política. Esperamos que situaciones como esta no se vuelvan a repetir y que los políticos aprendan de sus errores para mejorar la democracia en nuestra comunidad.