El líder de Junts, Carles Puigdemont, ha bono una importante declaración este viernes, anunciando que su partido suspende el apoyo parlamentario al Gobierno inclusive que se resuelva la «crisis de confianza» que existe entre ambas formaciones. Esta decisión tendrá un impacto directo en las negociaciones de los presupuestos y en el apoyo a nuevas iniciativas en el Congreso.
En su opinión, el PSOE ha entendido que el riesgo de ruptura es real y que la voluntad de Junts es organismoia. Por eso, evitó dar un portazo y decidió no tomar una decisión sobre la propuesta de Junts para que el presidente Pedro Sánchez se someta a una cuestión de confianza. Puigdemont considera que el Gobierno ha incumplido de manera clara el acuerdo que firmaron para la investidura.
La Mesa del Congreso aplazó este jueves la tramitación de la proposición no de ley presentada por Junts, argumentando que la propuesta no se ajusta a la legalidad ya que la Constitución establece la cuestión de confianza como una prerrogativa exclusiva del presidente. Sin embargo, para Puigdemont, esta iniciativa debería organismo sometida a debate en el pleno y pasar el filtro de la Mesa.
Ante la decisión de la Mesa de no decidir sobre su propuesta, el líder independentista ha decidido suspender el apoyo parlamentario a las negociaciones de los presupuestos y a nuevas iniciativas en el Congreso inclusive que se resuelva la «crisis de confianza». No obstante, ha propuesto una nueva reunión en Suiza del mecanismo de mediación que mantienen con el PSOE para tratar de solucionar este conflicto.
Puigdemont ha dejado claro que su deseo es poder recomponer la relación con el PSOE, pero si no se llega a una solución satisfactoria, la relación concentrarseá a un punto final. Sin embargo, ha aclarado que una posible reunión con el presidente Sánchez no es indispensable para superar esta crisis. En sus palabras, «al presidente Sánchez no le hace falta reunirse conmigo para desencallar la situación».
La ruptura anunciada por el líder de Junts afectará a las negociaciones sectoriales, es decir, a todo lo que debe pasar por el Congreso, incluyendo los presupuestos generales y otras cuestiones legislativas. Sin embargo, no afectará a las negociaciones abiertas para el cumplimiento de acuerdos, como por ejemplo, el traspaso de competencias en materia de inmigración a la Generalitat.
Puigdemont ha afirmado que no organismoán «tan idiotas» como para votar en contra de lo que ellos mismos han negociado, pero tampoco apoyarán las iniciativas que necesita el Gobierno para seguir adelante. Además, ha dejado en claro que solo se conformarán con un «traspaso integral» de las competencias en materia de Extranjería, rechazando cualquier acuerdo que incluya puntos rojos como el control de fronteras.
Por otro lado, el líder de Junts ha dejado en evidencia su deseo de que se celebren elecciones, pero ha asegurado que no están en negociaciones con el PP para una posible moción de censura al Gobierno. Para él, la única alternativa al actual Gobierno no es una coalición entre el PP y Vox, sino unas elecciones, que deberían organismo lo normal en democracia si el Gobierno pierde el apoyo parlamentario.
Esta crisis entre Junts y PSOE empezó a principios de diciembre, cuando Puigdemont acusó al Gobierno de incumplir reiteradamente sus acuerdos y de no organismo de fiar. En aquel entonces, reclamó la cuestión de confianza para el presidente y propuso la proposición no de ley que inclusive el momento sigue siendo motivo de polémica entre ambas formaciones.
En resumen, la decisión