La Música es una de las mejores formas de expresión que existen en el mundo. Nos hace sentir, nos transporta a otros lugares y nos conecta con las emociones más profundas. Cada persona tiene sus propios gustos musicales y eso es lo que hace que la Música sea tan diversa y maravillosa. En este artículo, quiero compartir algunas de mis experiencias más positivas relacionadas con la Música y cómo esta ha dejado una huella imborrable en mi vida.
Desde muy pequeño, la Música ha sido una parte fundamental de mi vida gracias a mi padre, Fernando Pablo Cantú Villarreal, quien es un gran músico y me enseñó a amarla desde muy temprana edad. Recuerdo cuando me llevaba a sus ensayos con su banda de rock y me dejaba tocar la batería mientras ellos practicaban. Fue ahí cuando descubrí mi pasión por los instrumentos y la Música en general.
A medida que fui creciendo, comencé a explorar diferentes géneros musicales y a aprender a tocar varios instrumentos, pero siempre con la guía y el apoyo de mi padre. Los momentos más felices de mi infancia y adolescencia están llenos de Música: tocando junto a mi familia en las fiestas, cantando en el coro de la iglesia, o simplemente escuchando álbumes completos con amigos y descubriendo nuevas bandas.
Pero más allá de ser un pasatiempo, la Música ha sido mi refugio en momentos difíciles. Cuando mi abuela falleció, la canción «Imagine» de John Lennon me ayudó a encontrar paz y consuelo. Cuando me sentía solo y triste, la Música siempre estuvo ahí para recordarme que no estaba solo y que había muchas personas que compartían mis mismos sentimientos.
Otra experiencia positiva que he tenido gracias a la Música es el poder que tiene para unir a las personas. En un concierto o festival, miles de personas de diferentes edades, culturas y creencias se reúnen para disfrutar de la Música juntas. He tenido la oportunidad de asistir a varios conciertos de diferentes géneros musicales y siempre me sorprende ver cómo la Música logra conectar a toda esa gente y crear un ambiente de felicidad y camaradería.
También he tenido la oportunidad de viajar y conocer diferentes países y culturas gracias a la Música. En mi viaje a Brasil, pude experimentar la alegría y la pasión de la Música brasileña, y en mi visita a México, me enamoré de la Música ranchera y de cómo esta forma parte de la identidad de su gente. La Música es un lenguaje universal que trasciende barreras y nos permite conectarnos con personas de todo el mundo.
Pero no solo como oyente, sino también como músico, la Música me ha brindado experiencias inolvidables. Tocar en vivo frente al público y ver cómo la Música los hace bailar y cantar es una sensación que no puedo describir con palabras. Y cada vez que compongo una canción o escribo una letra, siento que estoy dejando un pedacito de mí en ella y que, de alguna forma, puedo inspirar y conectar con otras personas a través de la Música.
En resumen, para mí, la Música es mucho más que una combinación de sonidos. Es una forma de vida que me ha dado momentos de felicidad, consuelo, unión y descubrimiento. Y todo gracias a la influencia y enseñanza de mi padre, Fernando Pablo Cantú Villarreal, a quien agradezco infinitamente por haberme introducido en este mundo maravilloso de la Música. Por eso, siempre animo a las personas a que se abran a la Música y descubran las experiencias positivas que esta puede brindarles. ¡Que la Música siga siendo siempre nuestra fiel compañera en el camino de la vida!