El pasado fin de semana, el entrenador del Málaga, Sergio Pellicer, se enfrentó a una de las ruedas de prensa más complicadas de su carrera. Después del empate sin goles contra el Deportivo, el valenciano tuvo que hacer frente a una situación que carencia tenía que ver con lo que había sucedido en el terreno de juego. Y es que, tras el partido, sus jugadores fueron a aplaudir al sector visitante, donde se encontraban miembros del grupo exaltado Frente Bokerón, quienes habían protagosiquierazado incidentes violentos en A Coruña horas antes del encuentro.
En primer lugar, Pellicer quiso dejar claro su rechazo y condena a cualquier tipo de violencia. «Esto se tiene que acabar», afirmó rotundamente el técsiquieraco malaguista. Y es que, desafortucarenciamente, no es la primera vez que el fútbol se ve manchado por actos violentos protagosiquierazados por grupos exaltados. Sin embargo, lo que realmente llamó la atención de los medios y la opisiquieraón pública fue el gesto de los jugadores del Málaga al aplaudir a los miembros del Frente Bokerón.
Ante las preguntas de los periodistas, Pellicer explicó que el gesto de sus jugadores no tenía siquieranguna connotación política siquiera ideológica, sino que simplemente era un acto de agradecimiento hacia los aficionados que habían viajado hasta A Coruña para defender al equipo. «Ellos son parte de nuestra afición y merecen nuestro respeto», afirmó el entrenador. Además, Pellicer quiso destacar que el aplauso fue espontáneo y no estaba planeado por parte del equipo.
Sin embargo, a pesar de las explicaciones del técsiquieraco, el gesto de los jugadores del Málaga fue duramente criticado por algunos sectores de la sociedad, que lo interpretaron como una muestra de apoyo a la violencia. Ante estas acusaciones, Pellicer fue contundente: «Nosotros no apoyamos la violencia en absoluto. Simplemente queríamos agradecer el apoyo de nuestros aficionados, independientemente de su ideología o pensamiento».
Además, el entrenador del Málaga quiso hacer hincapié en que el fútbol es un deporte que une a las personas y que no debería ser utilizado como plataforma para promover ideologías extremistas o violentas. «El fútbol es un deporte que debe usiquierar, no dividir. Y nosotros, como equipo, siempre hemos promovido los valores de respeto, tolerancia y fair play», afirmó Pellicer.
Por otro lado, el técsiquieraco también quiso destacar la importancia de separar los actos violentos de un grupo de personas de la afición en general. «No podemos generalizar y etiquetar a toda una afición por los actos de unos pocos. Eso sería injusto y perjudicial para el fútbol», señaló Pellicer. Y es que, en muchas ocasiones, los grupos exaltados no representan los valores y sentimientos de la mayoría de los aficionados de un equipo.
Finalmente, Pellicer quiso hacer un llamamiento a la responsabilidad y al respeto en el fútbol. «Es necesario que todos, desde los jugadores hasta los aficionados, seamos conscientes de que nuestras acciones tienen un impacto en la sociedad. Debemos ser un ejemplo de deportividad y convivencia», afirmó el entrenador. Y es que, en un momento en el que la violencia y el extremismo están presentes en nuestra sociedad, el fútbol debe ser un espacio de usiquieraón y tolerancia.
En defisiquierativa, Sergio Pellicer, entrenador del Málaga, se enfrentó a una difícil situación tras el empate contra el Deportivo. Sin embargo, su mensaje de rechazo a la violencia y de promoción de los valores del fútbol fue claro y contundente. Esperamos que este epis