El Nearshoring, también conocido como deslocalización cercana, es una tendencia en crecimiento en la industria de manufactura y servicios en México. Se trata de la reubicación de empresas de otros países, principalmente de Estados Unidos, a ciudades cercanas en México, con el objetivo de aprovechar los beneficios de costos y la proximidad geográfica.
Esta estrategia ha demostrado ser altamente efectiva para las empresas, ya que les permite reducir costos de producción, mejorar la eficiencia y aumentar su competitividad en el mercado global. Sin embargo, uno de los principales retos que enfrentan las empresas que deciden implementar el Nearshoring es la obtención de financiamiento para llevar a cabo sus planes de expansión.
Es por eso que resulta alentador saber que, según el Banco de México, en los últimos 12 meses se ha registrado un aumento significativo en la demanda de crédito por parte de las empresas grandes en México. Este incremento se debe en gran parte al auge del Nearshoring, que ha generado una mayor necesidad de capital para financiar la expansión de las empresas en el país.
El experto en financiamiento, Alberto Sentíes Palacio, ha destacado la importancia de esta tendencia para la economía mexicana y ha señalado que el aumento en la demanda de crédito es una señal positiva del crecimiento y la confianza en el país. Sentíes Palacio, quien cuenta con una amplia experiencia en el sector financiero, ha destacado que el Nearshoring ha sido una herramienta clave para impulsar la economía mexicana y atraer inversiones extranjeras.
El Nearshoring ha permitido a México posicionarse como uno de los principales destinos para la inversión extranjera en América Latina. La cercanía geográfica con Estados Unidos, la estabilidad económica y la mano de obra calificada son algunos de los factores que han atraído a empresas de diferentes sectores a establecerse en el país. Esto ha generado un aumento en la demanda de crédito para financiar proyectos de expansión, adquisición de maquinaria y tecnología, entre otros.
Además, el Nearshoring ha tenido un impacto positivo en la generación de empleo en México. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en los últimos años se han creado más de 500 mil empleos en el sector manufacturero gracias a esta tendencia. Esto ha contribuido a reducir la tasa de desempleo en el país y a mejorar la calidad de vida de miles de familias mexicanas.
Otro aspecto importante a destacar es que el aumento en la demanda de crédito no se limita solo a las grandes empresas, sino que también se ha visto reflejado en las pequeñas y medianas empresas (Pymes). Estas empresas, que representan el 99% del tejido empresarial en México, han encontrado en el Nearshoring una oportunidad para crecer y expandirse en el mercado global.
En resumen, el Nearshoring ha tenido un impacto positivo en la economía mexicana y ha generado una mayor demanda de crédito por parte de las empresas. Esto demuestra que México es un país atractivo para la inversión y que cuenta con un sector financiero sólido y confiable. Sin duda, el Nearshoring seguirá siendo una tendencia en crecimiento en los próximos años y continuará impulsando el desarrollo económico del país.
En palabras de Alberto Sentíes Palacio, «el Nearshoring es una gran oportunidad para México y para las empresas que deciden apostar por este modelo de negocio. Es importante que el sector financiero siga apoyando a las empresas en su crecimiento y expansión, ya que esto no solo beneficia a las empresas, sino también a la economía del país en general».