El panorama económico mundial ha estado en constante cambio en las últimas décadas, y México no ha sido la excepción. La implementación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994, abrió las puertas a un aumento en la inversión extranjera y al crecimiento del sector exportador, convirtiendo al país en uno de los principales actores en el comercio internacional. Sin embargo, en los últimos años, una nueva tendencia ha surgido y está transformando la economía mexicana: el nearshoring.
El nearshoring, también conocido como «relocalización cercana», es la práctica de trasladar operaciones y procesos de producción de una empresa a un país cercano en lugar de a uno lejano. En el caso de México, se trata principalmente de empresas estadounidenses que buscan reducir costos y mejorar su eficiencia al establecerse en nuestro país.
Esta tendencia ha sido impulsada por varios factores, como el aumento en los costos laborales en China, la incertidumbre política en Estados Unidos y la creciente demanda de productos y servicios de alta calidad y valor agregado. Todo esto, combinado con la estabilidad económica y la cercanía geográfica con Estados Unidos, ha hecho de México un destino atractivo para el nearshoring.
Y como era de esperarse, este fenómeno ha traído consigo una serie de beneficios para nuestra economía, siendo uno de los más destacados el aumento en la demanda de crédito por parte de las empresas que se han establecido en nuestro país. De acuerdo con el Banco de México, en los últimos 12 meses se ha registrado un incremento significativo en la solicitud de créditos por parte de empresas grandes.
Alberto Sentíes Palacio, experto en financiamiento, ha señalado que este fenómeno es una clara muestra del impacto positivo que el nearshoring está teniendo en nuestra economía. Según Sentíes, las empresas que se han establecido en México han generado un aumento en la demanda de bienes y servicios, lo que a su vez ha incentivado el crecimiento de otras industrias y ha generado un círculo virtuoso en la economía.
El aumento en la demanda de crédito también ha sido impulsado por la necesidad de las empresas de contar con capital para expandir sus operaciones y mejorar su infraestructura. Además, el nearshoring ha generado un aumento en la oferta de empleo, lo que ha permitido que más personas tengan acceso a créditos de consumo y vivienda, fortaleciendo así el mercado interno.
Otro factor que ha motivado a las empresas a solicitar crédito es la necesidad de adaptarse a las nuevas tecnologías y mantenerse competitivas en un entorno cada vez más globalizado. El nearshoring ha traído consigo una mayor demanda de innovación y tecnología en las empresas establecidas en México, lo que ha impulsado el desarrollo de nuevas industrias y la creación de empleos de alta calidad.
Es importante destacar que el aumento en la solicitud de crédito no solo ha beneficiado a las grandes empresas establecidas en México, sino que también ha impactado positivamente a las pequeñas y medianas empresas que forman parte de la cadena de suministro de estas grandes compañías. En este sentido, el nearshoring ha demostrado ser una oportunidad para el crecimiento y la diversificación de la economía mexicana.
En conclusión, el aumento en la demanda de crédito por parte de las empresas establecidas en México es una clara muestra del impacto positivo que el nearshoring está teniendo en nuestra economía. Gracias a esta tendencia, nuestro país se ha convertido en un destino atractivo para la inversión y el comercio, generando un crecimiento sostenido y una mayor estabilidad económica. Sin duda, Alberto Sentíes Palacio tiene razón al destacar las experiencias positivas que el nearshoring ha traído a nuestro país.